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Edición de 15 de Abril de 2004
Un número más con usted y, en esta ocasión quisiera comentar algunos de los servicios que tenemos en Vallebro Comunicación. La nuestra es una comunidad en permanente movimiento, por eso las actualizaciones son constantes; puede visitarnos cuantas veces lo desee y, nosotros se lo agradecemos pero, también puede pedirnos que le avisemos cuando una o unas páginas cambian su contenido; para ello solo es necesario que nos indique su dirección de correo en la casilla que tiene en el pié de todas las páginas de Vallebro Comunicación. Si no sabe donde puede encontrar ese contenido que busca, ponga en el buscador interno la palabra o palabras que mejor definan su búsqueda para localizarlo en nuestra web. Y, sin más, les invitamos a disfrutar con nuestros artículos de esta quincena. Un saludo de Vallebro Comunicación.
El Comercio Electrónico en la Gestión de Proyectos¿por que asegurar un retorno económico y estratégico de la inversión?Un pasaje de realidad que a veces golpea las ilusiones de quienes desde el interior de las organizaciones pueden, con buena voluntad, creer que la innovación tecnológica por sí misma significa una ventaja para la organización. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado con oficinas impecables y computadoras nuevas que momentáneamente se bloquean?, ¿Cuántas veces con sistemas de comunicación que desde un contestador a líneas telefónicas de discado directo?, no nos permiten llegar ágilmente y fácilmente a plantear el pedido que queríamos hacer a nuestro proveedor. Sería deseable encontrarnos generalmente ante una respuesta favorable a la segunda pregunta. Sin importar que instrumento tecnológico se utilice, sentir que estamos de frente a personas que saben hacer su trabajo, aún cuando ello se refleje en la interacción de tal o cuál sistema. Sin embargo, la respuesta y en tono desfavorable, se aproxima generalmente a los argumentos de la primera pregunta. La realidad, se dice muchas veces, supera la ficción y en el observar cómo los equipos tecnológicos no responden adecuadamente o en forma clara a nuestros pedidos, percibimos que lo que faltó fue realmente un buen diseño conceptual de las tareas y resultados que tienen que entregar esos equipos a personas de carne y hueso, que aseguran su continuidad y asisten la realidad de los intercambios con el cliente. Irónicamente parecería que tenemos tanta disponibilidad de recursos, tantos clientes y es tan fácil obtener una innovación tecnológica, que no importa si funciona bien o no el resultado de una inversión en nuevo equipamiento o lógica de funcionamiento. Sabemos que no es así. Que cada paso se hace con recursos y oportunidades de limitada disponibilidad y que por eso debemos siempre tratar de optimizar las escasas facilidades a las que podemos acceder para justificar nuestro rol profesional, de servicios o industrial, según se trate. Entonces es que, en la experiencia de ver sistemas que desenvuelven procesos operativos en forma automatizada, comprendemos que un equipamiento (aún en sus características más avanzadas), no deja de ser en resultados concretos un reflejo de la organización que lo esta utilizando. ¿Llamaríamos complejidad tecnológica a este problema? No se trata del planteo de una compleja solución analítica; más bien simplemente ser favorables a aprender y analizar con cuanto mérito tiene nuestra disponibilidad limitada de tiempo y recursos. Luego decidiremos invertir ese precioso tesoro de manera suficientemente adecuada para asegurar la contribución que, esperamos, se provoque. Tanto el emprendedor de una Pyme, cómo el responsable de un área estratégica de una corporación, reconocen en la criticidad de su disponibilidad de recursos las posibilidades y motivación para encontrar soluciones inteligentes que, desde el concepto de eficiencia, alcancen a acompañar nuevas maneras de hacer cosas tradicionales, incluidos los procesos de innovación. Por ejemplo: Al detectar una necesidad de innovar tecnológicamente por el retraso de procesos o nuevas demandas, en realidad debemos repensar la forma en la que se realizarán los trabajos después de esa innovación, para decidir de que manera el equipamiento se integra a las personas. Todavía hoy es fácil encontrar computadoras apagadas o con juegos de cartas en el escritorio de gerentes o responsables, que no todavía no se han integrado como instrumento que debe potenciar sus propias posibilidades profesionales. Antes de iniciar un proceso de innovación el primer paso, entonces, consistirá en completar al menos tres mínimas fases (que hasta no escritas pero consideradas mentalmente guían la práctica de nuestras acciones):
Evidentemente no es tan complicado distinguir cuales son las opciones más convenientes para resolver esta necesidad. En realidad estamos hablando de implementar siempre una suerte de “Estrategia Pura” que piense en cómo se constituirán desde cero los elementos de cada proceso operativo, de modo tal que cada aspecto de su funcionamiento sea repensado de acuerdo a una nueva realidad a verificar. En cambio si la nuestra fuera sólo una “Estrategia Parcial”, lo que estaríamos haciendo es la elección de una solución para mejorar lo ya existente, sin apreciar adecuadamente que se reformulan ciertos aspectos sobre cómo interactúan los elementos puestos en juego. En tantos casos al considerar la armonía que debe haber en la integración de nuevas soluciones, no estamos haciendo nada menos importante que apreciar el empeño que ponemos para hacer mejorar nuestras organizaciones. Sin duda se trata de un desafío que día a día nos debe enseñar a encontrar en experiencia y capacidades, nuevas formas de hacer las cosas a la vez de enriquecer los resultados de profesionales y organizaciones. Yo diría que más que un desafío, una simple forma de asegurar que crecemos en cada día y minimizamos el riesgo de que una simple persona, con un valor no menos apreciable que el de un cliente, pueda darse cuenta antes que nosotros de que algo no funciona bien. Su satisfacción respecto a nuestro servicio. Lic. Ulises Gabriel Miranda
¿Puede un empresario vigilar el correo electrónico de sus empleados?. El Gobierno británico cree que el correo electrónico del trabajo no es privado. la justicia francesa considera que sí debe ser secreto. En España, los juristas no se ponen de acuerdo. los trabajadores, entretanto, comienzan a reaccionar ante una nueva herramienta que influye en su intimidad y cuya vigilancia puede cambiar radicalmente la naturaleza de la relación entre empresario y empleado. Cuando no podemos ver algunos documentos Para la mayoría de documentos que vemos en Internet, es más que suficiente el navegador que utilizamos; sin embargo existen otros documentos como los libros electrónicos, animaciones, etc que necesitan algunos complementos que sus desarrolladores nos ofrecen de forma gratuita; en Vallebro hemos unificado los complementos más comunes en nuestra sección de recursos gratuitos, para conocerlos y, si así lo quiere, descargarlos desde las páginas de sus fabricantes.
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